Basta analizar nuestra propia realidad y la de las personas con las que nos relacionamos para sacar la conclusión de que hay una emoción que persiste en el tiempo más que el resto. Se trata de la tristeza, con una capacidad de duración que hasta ahora no había sido objeto de investigación.
Hasta ahora, cuando un estudio de la Universidad de Leuven nos ha ofrecido datos empíricos, conclusiones y explicaciones sobre la perdurabilidad de la tristeza por encima de otras emociones humanas.
Hasta ahora, cuando un estudio de la Universidad de Leuven nos ha ofrecido datos empíricos, conclusiones y explicaciones sobre la perdurabilidad de la tristeza por encima de otras emociones humanas.
Estudio sobre la tristeza de Leuven
La principal explicación de este estudio belga apunta a que la tristeza se relaciona con los acontecimientos que más impacto tienen en nuestras vidas y, por tanto, que requieren de mayor reflexión para entenderlos y poder afrontarlos.
La muestra de esta investigación se concentró en las respuestas de 233 estudiantes de secundaria, a los que se preguntaba sobre sucesos emocionales recientes en sus vidas y qué estrategias les sirvieron para manejas sus emociones. Los datos eran concluyentes, la tristeza fue más perdurable que emociones como la vergüenza, el aburrimiento, la repugnancia o el miedo.
En todos los sujetos, las emociones que permanecían durante más tiempo eran aquellas que habían sido provocadas por situaciones con profundas implicaciones en sus vidas. La persona tiene la necesidad de replantearse ese acontecimiento y sus consecuencias, lo que implica que la emoción esté presente durante todo ese proceso.
La muestra de esta investigación se concentró en las respuestas de 233 estudiantes de secundaria, a los que se preguntaba sobre sucesos emocionales recientes en sus vidas y qué estrategias les sirvieron para manejas sus emociones. Los datos eran concluyentes, la tristeza fue más perdurable que emociones como la vergüenza, el aburrimiento, la repugnancia o el miedo.
En este sentido, es curioso comprobar que el aburrimiento es una de las que menos perduran, pese a la sensación de lentitud del paso del tiempo que conlleva.
En todos los sujetos, las emociones que permanecían durante más tiempo eran aquellas que habían sido provocadas por situaciones con profundas implicaciones en sus vidas. La persona tiene la necesidad de replantearse ese acontecimiento y sus consecuencias, lo que implica que la emoción esté presente durante todo ese proceso.
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