Afrontar la pérdida de un ser querido es un proceso por el que todo individuo tiene que pasar en algún momento de su vida. Inicialmente, esta situación que se denomina duelo es absolutamente normal que conlleve tristeza profunda, dolor emocional y sensaciones de falta de sentido.
El problema viene cuando hay individuos que se quedan enclavados en este estadio y no consiguen salir de él. Es lo que los especialistas conocen como duelo prolongado.
Diagnóstico del Duelo Prolongado
Para que se pueda diagnosticar como tal, esta paralización emocional tiene que persistir al menos durante seis meses y la preocupación por la falta del ser querido debe estar por encima de cualquier otra prioridad en la vida de estas personas. Se calcula que este trastorno afecta en torno al 10 % de la población, una cifra bastante significativa.
Pese a todo, este problema aún no está reconocido como tal en los manuales psiquiátricos más importantes. Sin embargo, si hay estudios muy significativos sobre el duelo prolongado, como es el caso del de Prigerson, en los que se pide su reconocimiento.
Lo que sí existe es la terapia para este tipo de pacientes. Generalmente, se les aplica un tratamiento de psicoterapia tradicional, de tipo cognitivo-conductual.
La Terapia de la Sobreexposición
Aunque, hay una novedosa teoría que apunta a la eficacia de la llamada Terapia de sobreexposición que está consiguiendo excelentes resultados en estos pacientes.
En estudios sobre el tema se observa que esta terapia proporciona mayores niveles de reducción de la depresión y deterioro funcional. Esto es, los pacientes demuestran una clara mejoría cuando se enfrentan a la angustia que les genera el recuerdo de sus seres queridos.
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