El Síndrome de Tourette, esta patología nerviosa, enclavada dentro de lo que se
conoce como tics nerviosos, recibe su nombre del especialista que documentó sus
especificidades, George Guilles de la Tourette. Fue él quien se ocupó de la
investigación y la descripción de los primeros casos de pacientes con síndrome
de Tourette.
Se trata de una enfermedad nerviosa que afecta a personas
mayores de 18 años, en mayor medida a hombres que a mujeres. Y, resulta muy llamativo
por la confluencia de tics vocales y motores al mismo tiempo. Es decir, junto a
gestos como parpadeos, sacudidas de cabeza o muecas, el paciente emite
repetitivas frases, sonidos o palabras.
Uno de los tics vocales más frecuentes en estas personas es la coprolalia (decir palabras mal sonantes u obscenidades) y, también, la ecolalia (impulso de repetir lo que se escucha). Además, estos individuos suelen presentar otros cuadros sintomatológicos como obsesiones, hiperactividad, depresión o compulsiones.
Uno de los tics vocales más frecuentes en estas personas es la coprolalia (decir palabras mal sonantes u obscenidades) y, también, la ecolalia (impulso de repetir lo que se escucha). Además, estos individuos suelen presentar otros cuadros sintomatológicos como obsesiones, hiperactividad, depresión o compulsiones.
Causas y Tratamiento del Síndrome de Tourette
En estos momentos, todavía no se sabe cuál es el origen de
este síndrome. En las últimas investigaciones se apunta a la presencia de
alteraciones en los lóbulos frontales o la corteza cerebral.
Sin embargo, sí parece que se dispone de tratamientos eficaces.
Generalmente, se acomete la enfermedad desde dos frentes. Por una parte, se
administra medicación para que puedan controlar aquellos tics que les afectan
en el desarrollo de su visa cotidiana. En paralelo, se recurre a la terapia
cognitivo-conductual y, en muchos casos, grupos de apoyo.
Como curiosidad, señalar que hay importantes personajes
históricos que han padecido el síndrome de Tourette como el mismísimo Mozart o
Howard Hughes.
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