A nivel coloquial es común que se confundan las competencias
y las figuras de un psicólogo y un psiquiatra, de manera que si se tiene un
problema mental, emocional o de comportamiento no se sepa bien a quién de los
dos debemos acudir para que nos ayude. Sin embargo, lo cierto es que se trata
de profesionales bien distintos, en lo que a formación y campos de trabajo
respecta.
Empezaremos por señalar que, si bien ambos concentran sus
esfuerzos en problemas relacionados con la mente humana, en el caso de los psicólogos
se focaliza en el comportamiento y el estado emocional, mientras que el
psiquiatra trata el tema neuronal y de funcionamiento básicamente. Desde luego,
esto implica grandes diferencias en su formación. El psicólogo pasa por la
facultad propia de estos estudios, que tienen una duración de 5 años y se
completan con máster de especialización. Pero, el psiquiatra es un médico que,
después de terminar los estudios general de esta profesión, se especializa en
Psiquiatría. Una carrera que puede implicar completa unos 12 años.
Como consecuencia, ambos expertos tienen mecanismos y
herramientas distintas para tratar a sus pacientes. Un psicólogo no está
capacitado para recetar fármacos, una potestad que solo tienen quienes poseen
estudios de medicina, en este caso los psiquiatras. Los primeros trabajan con
terapias que ayuden a modificar el comportamiento y estado emocional de los
enfermos.
Es bastante común que psicólogos y psiquiatras trabajen
conjuntamente con cierto tipo de pacientes. En ese caso, se puede atacar el
problema desde la vertiente médica y la conductual.
No hay comentarios:
Publicar un comentario